Y con aquel portazo rompía con
todo lo que hasta el momento había sido toda su vida. 29 años de sumisión. 29
años de mentiras. 29 años.
Lo sorprendente era que en vez de
encontrarse perdida se encontraba más viva que nunca. Ella se llamaba Macarena,
tenía como digo, 29 años, había terminado medicina en Pamplona, había superado
el MIR y conseguido una plaza en el servicio de cardiología del Hospital
Gregorio Marañón.
Tenía un novio, Toni, un novio
con el que llevaba desde el primer año de carrera, casi 9 años, un novio que
había terminado derecho y opositaba para juez. Un novio al que su familia
adoraba, él la adoraba, y ella creía que también, pero aquél 29 de Julio casi
sin pensarlo, algo pareció advertirle de que no.
Realmente ella no tenía ni idea
de lo que era el amor, ni siquiera sabía si el amor era suficiente.
Con muchas ganas de conocer como sigue esta historia...
ResponderEliminarEncantados de que tengas ganas! ;)
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