miércoles, 17 de julio de 2013

Macarena.


Y con aquel portazo rompía con todo lo que hasta el momento había sido toda su vida. 29 años de sumisión. 29 años de mentiras. 29 años.


Lo sorprendente era que en vez de encontrarse perdida se encontraba más viva que nunca. Ella se llamaba Macarena, tenía como digo, 29 años, había terminado medicina en Pamplona, había superado el MIR y conseguido una plaza en el servicio de cardiología del Hospital Gregorio Marañón.


Tenía un novio, Toni, un novio con el que llevaba desde el primer año de carrera, casi 9 años, un novio que había terminado derecho y opositaba para juez. Un novio al que su familia adoraba, él la adoraba, y ella creía que también, pero aquél 29 de Julio casi sin pensarlo, algo pareció advertirle de que no.



Realmente ella no tenía ni idea de lo que era el amor, ni siquiera sabía si el amor era suficiente.

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